Dos semanas después de su paso por la capital española analizamos su espectacular show.
Maquillajes extravagantes, outfits coloridos e inspirados en el más puro estilo ochentero y ganas de escuchar el disco más importante de la década de 2020 hasta el momento fue todo aquello que llevaron consigo los asistentes al concierto de la artista pop del momento, Dua Lipa, en el Wizink Center de Madrid el pasado viernes 3 de junio.
Tras varios años de retrasos y esperas por la pandemia ocasionada por el coronavirus, el momento que tantos estábamos esperando con ilusión por fin se llevaba a cabo. Dua Lipa visitaba la capital española con su Future Nostalgia Tour, gira de conciertos que se encarga de promocionar su segundo álbum de estudio, Future Nostalgia, publicado el 27 de marzo de 2020, lanzado en plena situación pandémica en la que se agradecía el aporte de música nueva que nos hiciera olvidar durante unos minutos lo que estaba ocurriendo en el mundo y nos pusiera en pie para bailar.
El concierto originalmente planeado para el 26 de abril de 2020, hizo que la Comunidad de Madrid se rindiera a los pies de la artista del momento el pasado día 3. Los fanáticos más obsesionados con la artista, entraron primero debido a la entrada adquirida, pero la cola para entrar de todos los demás fanáticos parecía que no tenía fin. Hasta que se abrieron las puertas.
El nostálgico viaje.
A eso de las nueve y diez de la noche, las luces se apagaron y más de 15.000 personas de todas las edades, estaban a punto de hacer justicia a aquel disco que nos recordaba a los sonidos ochenteros que nos ayudó en el peor momento de nuestras vidas. Una enorme pantalla se encendió ante todo el Wizink Center y una especie de película titulada Future Nostalgia se había puesto en una especie de VHS al ritmo de una música típica de un gimnasio ochentero a la vez que se nos presentaba al cuerpo de bailarines mediante esa película, culminando con la aparición en pantalla y en persona de la artista que todos esperábamos.
De repente, detrás de las barras de gimnasio, apareció Dua Lipa, con micrófono en mano preparada para empezar su concierto con el mejor tema de esta nostálgica etapa, Physical, acompañada de grandes vocales, coreografías y hasta estiramientos de entrenamientos. Al finalizar esta magnífica actuación, uno de sus temas más importantes de su primer álbum comenzó a sonar y el recinto a cantar con ella todas las palabras de New Rules, que venía acompañado de coreografías con paraguas y magníficos visuales en la pantalla. Tras unas canciones más, la artista se atrevió a hablarnos en español para darnos las gracias por venir y comentar que estaba encantada de actuar en nuestro país.
El concierto, parecía que no tenia ningún tipo de pausa, ya que no dejó de sonar música en ningún momento, ni siquiera cuando la artista se cambiaba de vestuario, y a que todos y cada uno de los dieciocho temas que se interpretaron hacían transición entre los mismos. El primer cambio de vestuario vino acompañado por una gigantesca langosta (con la que interpretó su tema We’re Good de la reedición del álbum lanzada en 2021), flirteos con el público español o la única balada del concierto, Boys Will Be Boys, que transicionaba con su versión remix de su álbum de remezclas Club Future Nostalgia.
Tras ello, una plataforma de luces descendió desde lo más alto del lugar hasta el final de la pasarela del escenario, con el fin de ayudar en cuanto a iluminación a los bailarines y a la artista a seguir con el tercer acto del espectáculo. En este punto en el que estábamos, era ya casi imposible no sentir adrenalina con todos los temas de discoteca que sonaron, hasta que culminaron en uno de sus más recientes sencillos, Cold Heart, junto a Elton John (que apareció en pantalla), tema al que dedicaron a todo el colectivo LGTBI mediante la aportación de ondear la bandera arcoíris durante toda la canción.
Pero, por desgracia, todo llega a su fin y nos adentrábamos al final de este recorrido por los sonidos ochenteros y discotequeros que la artista había creado. Llegaba el turno de Levitating y como no podía ser de otra manera, se subió a la plataforma de luces que la acompañó en su acto de baile y se la llevó volando con un traje digno del futuro, hacia la izquierda y hacia la derecha del Wizink Center, causando muchísima emoción en los asistentes de grada y en la propia pista, que vivimos ese momento con mucha ilusión. Pero, la emoción culminante llegó con el tema final, Don´t Start Now, que nos sirvió a muchos de los asistentes para soltar todo lo que llevábamos dentro a la vez que soltar alguna que otra lágrima debido a que por fin pudimos ser cómplices del momento que tanto deseábamos.
A pesar de que Dua Lipa había finalizado el concierto, la emoción y la alegría seguía presente en el Wizink Center. Pues, fue un momento de regocijo y de fiesta que hacía mucho que no se podía vivir. Sin duda alguna, Dua Lipa ha dejado un buenísimo sabor de boca en el suelo madrileño y ha conseguido hacer que durante una hora y media de espectáculo todo el mundo haya sido capaz de vivir el mejor momento de sus vidas. Y ese es el objetivo principal de la música, aportar sentimientos. Este momento quedará grabado por siempre en la mente de todo aquel que asistió.