Lady Gaga actuando con Monster durante el Chromatica Ball
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Lady Gaga finaliza su etapa de sanación con el ‘Chromatica Ball’

Analizamos como ha sido la gira que ha realizado la artista por Europa, Estados Unidos y Asia durante 20 fechas.

Una estética oscura muy alejada del concepto original de la gira, millones de vestuarios rosas en el público y un fantástico repertorio es un tercio de todo lo que los fanáticos de Lady Gaga, denominados Little Monsters, han podido vivir en la gira Chromatica Ball, que finaliza hoy tras dos meses de recorrer varias partes del mundo.

A pesar de haber ocurrido varios retrasos para llevar a cabo esta gira de estadios debido a la pandemia del coronavirus, el Chromatica Ball ha podido ser una realidad que ha alegrado la vida de millones de personas que tanto deseaban bailar a través del dolor, como bien explica la artista a través del disco que promociona esta gira, Chromatica.

El Chromatica Ball comenzó siendo un Enigma para todos, debido a que tanto la artista italoamericana como su equipo mantuvieron todo lo que estaban preparando para los conciertos en completo secreto. Pero todo secreto, se acaba revelando y la experiencia definitivamente tuvo su inicio en el momento en el que más de 45 mil personas pudieron acceder la noche del 17 de julio en el Merkur Spiel-Arena de Düsseldorf en Alemania.

Nosotros, hemos tenido la suerte de acudir a una de las fechas en Europa, en concreto la del 24 de julio en París, donde nos juntamos más de 75 mil personas con un mismo fin: disfrutar de esta música sanadora que tantas ganas teníamos de escuchar en directo.

El ambiente de aquella noche de julio en París no era diferente al que se veía en los espectáculos anteriores en Alemania y Suecia: temáticas extravagantes (algo que es imposible que falte en conciertos de la artista de Poker Face) por todos los pequeños monstruos que vivieron este momento histórico.

Definido como el museo de la brutalidad por parte de Gaga, alrededor de las nueve y media de la noche, el escenario se apagó por completo dando paso a un interludio en el que se proyectaban formas y sombras muy oscuras resultando en una Lady Gaga con una estética triste y tenebrosa, dándonos a entender a todos aquellos que pensábamos que Chromatica era un lugar muy colorido que nos encontramos en la actualidad en una nueva visión del concepto del álbum. Y no dejó a nadie indiferente. De repente, una introducción de orquesta comienza mientras los bailarines bailan al ritmo de la música hasta descubrir una enorme armadura en la que se encontraba dentro la artista para interpretar su mayor éxito pop: Bad Romance. Durante toda la canción, podemos observar y entender que está atrapada dentro de esa armadura y no puede salir hasta que continua con sus siguientes grandes éxitos Just Dance y Poker Face, en los que poco a poco la artista se va deshaciendo de esa sensación de estar atrapada en la armadura, en el atrezzo y en su estrafalario vestuario.

Tras las tres primeras canciones, la artista nos sumerge en el universo de Chromatica debido a que los interludios nos avisan de que entramos en el primer acto del concierto mientras aparecen imágenes de la cantante entrando en una especie de quirófano con aparatos médicos en su cabeza, dando a entender que nos está dando paso a su mente y a sus pensamientos. Una vez que finaliza, Chromatica I y Alice suenan mientras una enorme plataforma aparece en el escenario con una Lady Gaga vestida de rojo se encuentra atada en ella. Una vez que la plataforma toca el suelo, comienzan a sonar los primeros acordes de Replay, sin lugar a duda, la actuación de la noche que fue acompañada por miles de personas saltando a la vez y alegría por todo el estadio.

Tras varias presentaciones más en las que vemos a una Lady Gaga llena de energía como hacía tiempo que no veíamos, llega la parte más emotiva del espectáculo: la sección del piano. La canción Free Woman creando un paseíllo por la pista del estadio para llegar a otro escenario más pequeño que se encuentra en el medio del lugar es la que introduce este acto, que comienza con una versión acústica y un final de estudio de su éxito Born This Way que desemboca en un nuevo cambio de vestuario bastante cromático y alienígena, acompañado de los acordes de guitarra de su hitazo Shallow. Millones de luces, aparte de las ya incorporadas por las pulseras sincronizadas que recibimos el público de la pista, iluminaron por completo el mítico Stade de France para acompañar a la cantante a interpretar este tema en un piano en forma de cabeza de dragón cuyas terminaciones eran ramificada.

Pero no todo acababa allí, el final de este magnífico concierto nos introducía los singles de Chromatica, Stupid Love y Rain On Me, momentos cumbre en los que los asistentes pudimos ver una Lady Gaga pletórica con un pelo empapado como si una lluvia hubiera caído sobre ella. Una vez interpretados ambos sencillos, tocaba la canción final, momento que nadie quería que llegara junto a la presentación de Hold My Hand, tema que ha compuesto para la película Top Gun: Maverick. Una garra enorme que recordaba a la sesión de fotos del álbum musical y fuego era lo último que pudimos ver del concierto en el que la Mother Monster salió emocionada a interpretar el tema. Antes de irse, nos dio las gracias a todos sus fanáticos por siempre darle la mano en todo momento. Y eso haremos toda la vida. Y por ello, entre otras muchas cosas, Lady Gaga tiene una de las bases de fanáticos más fuertes e importantes de todos los tiempos. Somos leales, pase el tiempo que pase.

Pero que seamos leales no quiere decir que no podamos no hablar acerca de algunos factores negativos que presenta esta gira y, muchos fanáticos estarán de acuerdo conmigo en lo siguiente: no hay ni rastro de ARTPOP en toda la gira. La falta del cuarto álbum en el repertorio de temas ha dejado a mucha gente sin palabras debido a que a pesar de las malas críticas hacia el proyecto más innovador y experimental de la cantante en el momento en el que salió, el año pasado volvió a las listas de éxitos de todo el mundo gracias a que se llevó a cabo una petición por la que se pedía un segundo volumen del álbum de 2013. Esta petición incluso llegó a los oídos de Gaga, quien agradeció a todo su fanbase por el apoyo recibido y aprovechó para comentar que escribir ese álbum fue “una operación a corazón abierto” y que este último acontecimiento había calado en ella.

Todo el mundo estaba impaciente por saber qué canciones de este proyecto iban a hacer el corte de la gira, se rumoreaban nombres como Venus o G.U.Y. para interpretar, pero, lo único que tuvimos de este disco fue el plano detalle que una de las cámaras hace hacia su tatuaje dedicado al álbum mientras ella interpreta sus canciones al piano.

En verdad, en esta lista podríamos haber incluido a Joanne, pero la artista decidió hacerle un homenaje incluyendo a Angel Down, uno de los temas favoritos del disco más tranquilo de Gaga, en la etapa norteamericana de la gira.

Otra de las grandes decepciones es la falta de una de las canciones fundamentales del último disco de la estadounidense. Se trata de Sine From Above, la colaboración junto a su amigo Elton John.

Tras esta nueva revisión del álbum podríamos decir que la era Chromatica llega a su final. Una era muy esperada por muchos y odiada por otros, debido a sus problemas de promoción. Pero aquí estamos para hablar de música. Y eso es Chromatica, música para bailar y olvidarte de tus problemas durante los 45 minutos que dura el disco. Gracias Lady Gaga por darnos esta viaje y recorrido que pone su fin esta misma noche en Miami. Larga vida a Chromatica.

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